Dulces del convento de Santa Clara

La cocina belalcazareña es en buena parte dependiente del cerdo criado en sus dehesas, que aporta jamón relleno, embutidos, lomo en manteca, chuletas en caldo, hígado salteado y manos emborradas.

Las monjitas del convento de Santa Clara tienen merecida fama de buenas dulceras, y en el torno se pueden adquirir celebradas especialidades como los repelaos o tortitas de almendra, las flores de almendra y las eses, así llamadas por su forma, merengues y rosquillas de huevo.

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