La zona en cuestión se extiende desde las puertas de Córdoba hacia el sur de su provincia por la margen izquierda del Guadalquivir, y está constituida por un conjunto de colinas y lomas que alternan con llanos, huertas y vegas feraces, regadas por el río Guadajoz, el antiguo Salsum.
Un estudio concluye que este asentamiento, ATEGUA, organizado en torno a diferentes terrazas y rodeado por una muralla, fue ocupado del siglo VIII al VI a. C. La maquinaria que arrojará luz sobre Ategua, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la provincia de Córdoba -para algunos expertos el más relevante-, ya está en marcha. Una excavación a punto de concluir en este paraje ha puesto al descubierto la existencia de un poblado de origen tartésico (aunque con evidentes influencias fenicias y griegas) en el que se ha detectado una muralla del siglo VIII a.C. y estructuras urbanas fechadas entre el siglo VIII y el VI a. C., además de más de 3.000 piezas cerámicas. Aunque existían constataciones de la ocupación tartésica en esta zona próxima a Santa Cruz (por la aparición de la estela funeraria de un guerrero en los años 60 que actualmente se puede contemplar en el Museo Arqueológico Provincial) es ahora cuando se han estudiado de manera rigurosa restos de un poblado formado por edificaciones rectilíneas.Los restos encontrados en Ategua han puesto al descubierto un poblado con construcciones rectilíneas de piedra, rodeado por una muralla de poca solidez y enlucida con arcilla por su cara externa y concebido mediante terrazas sobre una cota de entre 240 y 247 metros sobre el nivel del mar.
Los trabajos también han permitido (en un segundo corte) el estudio de una cantera de época romana que se explotó desde la primera mitad del siglo II a. C. hasta el siglo III d. C. En esta zona también se han encontrado los enterramientos de dos canteros sin ajuar funerario.
Cerámica indígena y de imitación fenicia y griegaJunto con el hallazgo de las estructuras urbanas tartésicas de Ategua, se ha encontrado una gran cantidad de piezas cerámicas (más de 3.000) que tienen su origen tanto en la estética y forma de elaboración tradicional indígena, como en la de imitación de los nuevos modelos provenientes de Oriente.
La influencia de la civilización fenicia, a partir del siglo VIII a. C., y posteriormente la griega en su expansión por el Mediterráneo, hacen que los pueblos indígenas de la península sufran el conocido como periodo orientalizante, que repercute tanto en las estructuras arquitectónicas domésticas (de las cabañas circulares se pasa a las casas de planta rectangular) como en la elaboración y decoración cerámica.
Más Información:
- Visita al Conjunto Arqueológico – Permiso previo de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía.
- Teléfono: +34 957 015 345
- Fax: +34 957 015 480
- Asociación Cultural Amigos de ATEGUA
- E-mail: asociacion@ategua.es