Fundado por Elvira de Zúñiga, se convirtió en el retiro espiritual del primer Conde de Belalcázar, Gutierrez II, que profesó aquí bajo el nombre de Fray Juan de la Puebla.
En 1490 este convento pasó a ser ocupado por monjas, tomando a partir de ese momento el nombre de Santa Clara de la Columna, y agregándose a la provincia de Los Ángeles.
Catalogado como uno de los más importantes monasterios de la provincia de Córdoba, ocupa una extensión construida de más de 7.000 metros cuadrados entre salones, corredores, escaleras y patios, todo ello construido en granito de la zona.
Uno de los elementos más característicos de este conjunto lo constituyen sus techos de madera y sus artísticos artesonados.
La portada de la capilla está construida bajo los parámetros del último gótico flamígero, con un arco trilobulado que cobija en su interior una serie de esculturas góticas de la segunda mitad del siglo XV que representan a Jesús de pie, a Santa Clara y a la Magdalena arrodillada. Entre la serie de molduras de este arco cabalga un cordón franciscano, que refuerza la pertenencia del templo a la orden, y los escudos de los Sotomayor y Zúñiga.