Debe su nombre a la proximidad de un puente sobre el río Zújar cercano a su emplazamiento, y por su traza recuerda a otras construcciones de este tipo de Castilla y Extremadura.
Su interior cuenta con tres naves separadas por cinco arcos formeros. Los capiteles son de procedencia romana y pertenecieron a construcciones cercanas de antiguos poblados y villas.
Es una de las ermitas más características y antiguas de la zona, estando datada su construcción a finales del siglo XIII y principios del XIV.