La Ermita de San Bartolomé está orientada a los cuatro puntos cardinales.
Se trata de un inmueble religioso de entre los siglos XVI y XVIII, y posee las características constructivas propias de la zona, con muros de piedra, nave única cubierta por bóveda de cañón seccionada por arcos fajones ligeramente apuntados.
El presbiterio es de planta cuadrada con cubiertas de bóvedas vaídas, cúpulas semiesféricas,…
Responde a la tipología tradicional de ermitas serranas.