El edificio ocupa una superficie similar a la Mezquita de Córdoba. Está cerrada por un muro de planta cuadrangular de ciento diez metros de lado por seis metros de alto. El muro exterior está construido con sillares de granito gris Mondariz de 50cm de ancho y de largo variable, el peso aproximado de cada sillar es de unas 12 Tm. El muro le da un aspecto rotundo y elegante a esta construcción. En el interior esta el edificio de servicio de la estación, tiene planta rectangular, con acabados interiores y exteriores en estuco a la cal. Las soleras son de mármol amarillo de la canteras de Macael. En la cubierta invertida de este edificio hay unas esculturas de Agustín Ibarrola, que se pueden observar al descender las escaleras.
Jardín interior
Un elemento característico de esta obra es el jardín interior, circundado en la parte inferior por unos bancos de mármol macizo y unas celosías en la parte superior que tamizan la luz. El jardín es circular y en uno de sus sectores se observa las ruinas de una mezquita árabe, que también se pueden ver desde el aparcamiento. Destaca en el jardín una escultura en bronce del escultor Sergio Portela. La idea del arquitecto fue la de conservar elementos de la Córdoba califal mezclándolos con la cultura andaluza. De esta forma la estación de autobuses se convierte en una carta de presentación de la ciudad, rememorando a los antiguos caravaneros de la ruta de la seda, lugares de encuentro en donde los viajeros traían y llevaban historias de viajes increíbles y en donde fluían y se intercambiaban las ideas.