Edificio articulado en torno a un patio principal con claustro bajo abierto, cuyas arcadas, de medio punto, están sustentadas por pesadas columnas toscanas.
Destaca sobre todo su portada, de jaspe multicolor. El ingreso, con remate semicircular y dovelas en que se combinan mármoles blancos y negros, con la clave en jaspe rojo, está flanqueado por columnas de fustes lisos, con capiteles compuestos, realzados sobre pedestales prismáticos.
Obra de la segunda mitad del siglo XVIII, habiendo quien ve en ella trazas del lucentino José Bada Navajas.