En la placita dedicada a los Sotomayor y Zúñiga se levanta la recoleta parroquia de Santa Catalina, templo de principios del XVI sustentado por curiosos arcos transversales y apuntados de ladrillo -en grupos de tres, el central mayor que los laterales- que se apoyan en pilares de granito.
A los pies luce una fachada que se prolonga en torre.