Esta iglesia se construye sobre una antigua ermita bajo la advocación de San José, en el siglo XVIII, por Remigio del Mármol, autor de la Fuente del Rey. Se siguen las trazas de Hurtado Izquierdo en la iglesia de San Juan de Dios: nave única y cúpula gallonada.
Del interior, destaca el retablo mayor atribuido a Juan de Dios Santaella, y la Sacristía, de planta rectangular con columnas corintias y cornisa de gran dinamismo.
La ornamentación se realiza dentro de la tendencia barroca, aunque la quietud de la composición y el clasicismo de los elementos evidencian ya el inicio del neoclasicismo.
La fachada es plenamente neoclásica, con un primer cuerpo dórico con dobles columnas con fuste acanalado y un arco de entrada; sobre éste apoya un segundo cuerpo con columnas jónicas entre las que se ubica el relieve de la Virgen del Carmen, manierista.
Una cornisa sirve de base a la torre, con cariótides jónicas en la base y cúpula con la estatua de San Elías.