Minas de la Plata y Calamón en Posadas

Se pueden visualizar desde la Carretera CO-5314 y caminos públicos.

LA PLATA.

Localización: Finca de la Plata, Ctra. CO-5314. Visualización desde dicha carretera.

La inauguración del ferrocarril en 1859 favoreció la creación de industrias, que dieron también impulso a Posadas. La más destacada es la minería, dada la histórica riqueza de su sierra. En el término hay dos zonas mineras sobresalientes, la de la Plata y la de Calamón. A la Plata pertenecían las minas de Casiano del Prado, la más importante por su explotación y producción, y la de Nuestra Señora de los Dolores. Todas las minas eran de blendas y galenas argentíferas, produciéndose plata, plomo y cinc e incluso barita. La mayoría de sus edificios e instalaciones fueron construidos a finales del s. XIX.

Esta zona minera ha sido explotada desde tiempos remotos como lo atestiguan los numerosos hallazgos arqueológicos. Con motivo de su reapertura para la explotación industrial por parte de la germano-cartagenera “Sociedad Santa Bárbara” a finales del s. XIX, se constató la presencia de varios pozos de época romana de centenares de metros de profundidad que causó asombro entre los propios ingenieros. En las galerías de las minas se hallaron utensilios, lámparas funerarias y un sistema de desagüe mediante Tornillos de Arquímedes, y en la superficie restos de viviendas antiguas y tumbas de mineros fechadas en el cambio de Era. En las inmediaciones se encontró un tesoro de 3.000 monedas ibéricas. Los cercanos villares de Asensio y de la Loma del Toril estuvieron habitados tanto en la época romana como en la árabe por el personal minero que realizaba los trabajos de explotación de los filones argentíferos de esta mina.

Tras varios años de extracción bajo la experta dirección del ilustre ingeniero alemán Alfred Brandt a finales del s. XIX, la mina de Casiano de Prado sufrió varios altibajos. Sin embargo, la Guerra del 14 fue un duro golpe para la minería de Posadas, pues las blendas argentíferas que se fundían en Bélgica, casa Dumont Frères de Liége, fueron bloqueadas y no se hallaron otras fundiciones donde colocarlas.

En 1922 se reinició la explotación a cielo abierto de las escombreras de Casiano de Prado, cuya riqueza en mineral aprovechable era de plomo, plata y cinc. Las explotaban por arriendo los señores Ochoa y García Roda, de Posadas, siendo de nuevo clausurada en 1924.

El cierre total de las minas a finales de los años 50 del s. XX fue un descalabro, pues produjo gran paro y emigración de mineros, que en los buenos años de las minas habían sido hasta 700 hombres.

Hoy en día, esta zona se ha convertido en un bello enclave en mitad de la naturaleza constituyendo el principal Patrimonio Industrial de la localidad.

CALAMÓN.

Localización: Colada de los Barrancos Altos y Colada de los Calamones.

El campo minero de Calamón se localiza en una extensa zona del este del término municipal.

A esta explotación pertenecían a principios del s. XX las minas de Cinco Amigos, Mayo II (o Montenegro), San Salvador, San Eduardo o El Sello, Cádiz, Recompensa a la Constancia y El Francés, y los denuncios de Cansavacas y Mayo III. De ellas se extraía plata, plomo y cinc, siendo el grupo minero Cinco Amigos el más importante de la zona por explotación y producción. No obstante, estos campos han sido explotados desde épocas remotas como lo atestigua una serie de utensilios romanos encontrados, así como, varios pozos mineros. Entre la Antigüedad y la Época Contemporánea encontramos el 30 de octubre de 1692 una concesión donde se da “licencia para beneficiar una mina antigua de plata” en este lugar.

En 1900, la sociedad inglesa «The Calamon Mining Company of Spain Limited» comienza a explotar su riqueza. Su dueño, John Power, se estableció junto al embarcadero de mineral en las inmediaciones de la estación de ferrocarril. Allí se construyó un palacete, un campo de tenis y unos jardines que llamó Los Menestrales, popularmente conocidos en la época como Jardín de los Ingleses.

En Cinco Amigos se llegaron a excavar 2 pozos, el mayor con 317 metros de profundidad, 11 plantas y galerías de hasta 336 metros de longitud. En la mina Mayo II se realizaron 3 pozos, el mayor con 556 metros de profundidad, 7 plantas y galerías de hasta 73 metros de longitud.

Suministraba energía a las minas la central eléctrica que se instaló en la orilla derecha del Guadalquivir. La evacuación del mineral se realizaba por vagonetas pendientes de un cable aéreo, sistema Bleichert, que iba desde Calamón hasta el embarcadero que estaba junto al muelle del ferrocarril.

Sin embargo, al igual que sucedió con las minas de la zona de La Plata, la 1ª Guerra Mundial hundió la producción dado que las blendas argentíferas se fundían en zonas en conflicto y no se hallaron otras fundiciones donde colocarlas. Quedaron en paro 500 familias. En julio de 1916 la compañía inglesa traspasó la propiedad de sus minas a la hispano-francesa «Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya». Pero esta compañía, al no obtener mejores rendimientos y no poder superar la crisis provocada por la guerra, la falta de mercados, los problemas del transporte y la competencia, tuvo que cerrar y desmantelar sus instalaciones, incluso la central eléctrica y el cable aéreo, en 1922.

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