La singular orografía de Iznájar la convierte en un mirador natural, con impresionantes balconadas sobre las aguas del embalse.
El mirador de la Cruz de San Pedro, el de la Plaza Nueva, los de Las Peñas, el de la Cruz del Postigo, Tres cruces, Puerta del Rey, Tajos del Coso, etc, constituyen para el visitante un remanso de tranquilidad, donde nuestra vista se deleitará con paisajes en los que se entremezclan el agua, el olivar y la sierra.