En la cima del alargado cerro sobre el que se asienta Espejo se alza la iglesia parroquial de San Bartolomé, construida a finales del S. XV y ampliada por los pies un siglo más tarde.
En el interior de esta parroquia se custodian piezas artísticas de incalculable valor.
Guarda este templo un interesante museo de orfebrería, con piezas de los siglos XVI al XIX, del que existe una guía elaborada por el cronista local Miguel Ventura; sobresale entre ellas la custodia procesional dieciochesca acabada por Bernabé García de los Reyes.