La parroquia de Nuestra Señora de Gracia, construída hacia 1620, es de nave única, aunque originalmente tuvo crucero, hoy perdido al convertir sus brazos en capillas.
Las reformas realizadas a lo largo del tiempo también afectaron a la bóveda y a la fachada, sustituidas respectivamente por un techo raso y un paramento bastante anodino.
El bello retablo mayor renacentista del templo fue realizado a principios del XVII por Felipe Vázquez Ureta y Juan Bautista Botada; la hornacina central del mismo acoge dos pequeñas imágenes góticas realzadas por un barroco pedestal: Nuestra Señora de la Caridad y el Cristo de la Salud.
El retablo también conserva varias pinturas originales, entre las que descuella San Andrés, que J.M. Palencia atribuye a Juan Cornejo.