El templo tiene su origen como Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, de la que conocemos su existencia ya en 1584, si bien el aspecto actual del mismo corresponde a la ampliación iniciada en 1731. En 1736 se convierte en convento franciscano con el traslado de la Comunidad procedentes del cercano Paraje de la Hoz, y posteriormente siendo erigida como Parroquia en 1889.
Posee planta de tres naves separadas por arcos de medio punto sobre columnas toscanas, la central de mayor altura se cubre con bóveda de cañón aplanada y las laterales con cúpulas gallonadas que parten de ménsulas. El retablo mayor fue ejecutado en 1725 por el maestro antequerano Antonio de Rivera, con vano central que comunica con el camarín de Ntra. Sra. de la Cabeza, a los lados, separados por estípites, interesantes esculturas de Santo Domingo y San Francisco de Asís, de finales del siglo XVI.
El espacio más destacado del templo es el camarín de Ntra Sra. de la Cabeza, ricamente decorado con yeserías de estilo rococó obra del escultor prieguense Cecilio Antonio Franco Roldán que lo concluyó en 1763, a cuya mano se debe igualmente la decoración de la cúpula y pechinas del presbiterio.
A lo largo del templo se yerguen numerosos altares todos ellos de estilo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII, retablos-hornacina en la nave del Evangelio, entre los que destacan el de San Antonio y el de la Virgen del Pópulo; mientras que en la nave de la Epístola encontramos los camarines de Nuestro Padre Jesús de la Rosa y Nuestra Señora del Mayor Dolor, obra próxima al escultor Ruiz del Peral, y las capillas del Sagrario y Bautismal.