La parroquia de Santa Marina de Aguas Santas debe su aspecto barroco a la reforma llevada a cabo a finales del siglo XVIII.
Arcos de medio punto separan sus naves, cuyas bóvedas de arista ostentan decoración rococó; sobre el crucero monta una rebajada cúpula de corte neoclásico que contrasta con la bóveda de la capilla del Sagrario, decorada con exuberantes yeserías.
El barroco retablo mayor procede de la iglesia cordobesa de San Francisco.