El origen de la vida de Moriles está en el agua, el agua que manaba de una fuente de la que aún quedan vestigios, aunque se encuentren ocultos bajo la construcción actual.
Era tan importante la Fuente Vieja que provocó frecuentes litigios entre los señores de Aguilar y Lucena sobre la pertenencia de la misma a uno u otro señorío. De eso hace más de quinientos años, cuando se consideraba un punto estratégico como cruce de caminos y para el abastecimiento de personas y ganados. Todos la querían, además, por la bondad y riqueza de las tierras que la rodeaban.
En los primeros años de la aldea de Zapateros ya existía el Llano de la Fuente, encrucijada de caminos.
Fue durante mucho tiempo el único abastecimiento de agua para viajeros y habitantes de Zapateros y, más tarde, de Moriles. Aquí se estableció el lavadero público de la aldea, que los mayores aún recuerdan en pleno funcionamiento a mediados del siglo XX. También se construyó aquí el edificio del matadero municipal.
La nueva fuente, renovada, recuerda a todos que Moriles nació del agua a la vida de la historia.