Las Portadas y escudos heráldicos son los elementos que, quizás, mejor fisonomizan esta villa histórica.
La nobleza de algunos de sus vecinos ha dejado una profunda huella en el patrimonio inmobiliario de su caserío; la emblemática heráldica que preside.
Losdinteles tenían no solamente una finalidad artística y estetica, con esas magníficas labras, sino la elocuente finalidad de pregonar a los cuatro vientos un rango social destacado, el prestigio social y el poder económico de sus titulares.
A partir del S. XVI, Torremilano es realmente en la práctica, la capital político-administrativa de las Siete Villas de Los Pedroches, afincándose en la villa gobernadores, tenientes, jueces de residencia y, en el S. XVIII, la figura del Corregidor Real, como el primero de ellos, D. Francisco Miguel Díaz de Mendoza.
Los escudos de armas constituyen sin duda uno de los elementos identificativos de la nobleza de la villa en la Edad Moderna, siendo ya en este momento, un símbolo exclusivista de los grupos de privilegio, que rubrican su grado de nobleza a traves de sus armerías.
El alto rango social de muchos de los linajes que se asentaron en la villa ha dejado una profunda huella en la nobleza de sus casas solariegas desde finales del siglo XV, en las fachadas y los escudos que las presiden: Morillo – Velarde, Jurado de Pedrajas, García Bejarano, Díaz de Mendoza, Escudo Real de las Carnicerías Públicas,… emplazados en su mayor parte en la antigua villa de Torremilano.