Los Triunfos de San Rafael, custodio de Córdoba, están asociados a la imagen de Córdoba.
El más notable y fastuoso de la ciudad, es una escultura que se encuentra entre la Puerta del Puente (más conocida como Arco del Triunfo) y La Mezquita, erigído sobre pedestales almohadillados flanqueados por columnas estriadas.
Es una obra de Verdiguier, que lo terminó en 1781 y se mandó construir en acción de gracias por haber librado el arcángel a la ciudad de un terrible terremoto.