Cerca de la Puerta de Plasencia existió una antigua ermita, la de Nuestra Señora de Gracia, lugar donde fray Juan Bautista de la Concepción, beato de los trinitarios elige el lugar para establecer el convento de la orden, y se construye un templo que es concluido en 1686, donde destaca de manera importante su fachada principal, que había trazado Sebastián Vidal.
Orientada a la plaza de los Olmos, que hoy se llama del Corazón de María, constituye uno de los espacios esenciales del barroco cordobés.
Su esquema es claramente prebarroco.
Su interior fue construido a mitad del s. XVII y cuenta con decoración característica del primer cuarto del s. XVIII.
Posee una maravillosa imagen de la Inmaculada tallada en 1668 por Pedro Roldán.
El retablo mayor de la iglesia es del s. XVIII, de taller valenciano.
También cuenta con la venerada imagen de Jesús Rescatado que fue realizada en 1713 por Fernando Díaz de Pacheco, imagen fuertemente influenciada por la tradición montañesina.
Una lauda sepulcral recuerda que allí está enterrado el escultor Gómez de Sandoval. En el coro posee un retablo barroco del primer cuarto del s. XVIII y un interesante órgano, también del s. XVIII.