La Ermita de Nuestra Señora de los Remedios destaca por su hermosura.
Construída en piedra, en medio del campo, a las afueras de Villafranca, está dedicada a la Virgen de los Remedios, patrona del municipio.
Iniciada en el S. XVIII, gracias a los donativos de los vecinos, tardó treinta años en verse finalizada.
Se compone de un templo de cruz latina, cuyo tramo central del crucero se enriquece con cajeados casquetes y fajas radiales.
Destaca además su fachada de sillería.