La parroquia de San Salvador y Santo Domingo de Silos es popularmente conocida como iglesia de la Compañía por ser vieja sede de los Jesuítas en Córdoba.
Es uno de los ejemplares más interesantes del manierismo en Andalucía.
Se comenzó en 1555 y se acabó en 1567 atribuyéndose a Bartolomé de Bustamante, si bien hay estudios que se inclinan por Hernán Ruiz II.
La iglesia muestra la característica sobriedad jesuítica.
La planta del templo es de cruz latina, con cúpula y linterna de estilo renacentista, con la nave dividida en tres tramos cubiertos por bóvedas baídas.
Destaca la figura del Santo Sepulcro que pertenece a las imágenes manieristas de Córdoba, y sus retablos dedicados a San Francisco Javier y a San Ignacio.
Entre las piezas de orfebrería destaca la custodia de plata sobredorada, obra de Juan Polaino.