Presidiendo la Plaza Real se alza la parroquia fundacional de la Purísima Concepción, cuyas dos torres flanquean la fachada, rematada por una gran concha que cobija el escudo de Carlos lll.
El templo consta de tres naves separadas por arcos de medio punto que se apoyan en robustos pilares; una cúpula barroca decorada con fajas radiales cubre el tramo central del crucero.
El retablo mayor dieciochesco, ha sido reemplazado por otro de la misma centuria procedente del antiguo convento de Santa María de los Angeles de Hornachuelos.
Entre las imágenes destacan Jesús Nazareno y el Cristo de la Sangre, crucificado de madera en su color, ambos fechables en el XVII.