Por la parte inferior de la plaza discurre la calle Eduardo Sotomayor, a la que se asoma, más abajo, la iglesia del antiguo Hospital de San Juan de Dios, que data del siglo XVI y fue renovada a principios del XVIII.
Ostenta pinturas murales sobre episodios de la vida del santo; las de la parte superior de la bóveda central se atribuyen a Antonio Contreras, discípulo de Céspedes.