El único monumento de la villa es su parroquia de San Pedro, edificada a comienzos del siglo XVI y reconstruída en 1785, época de la que data su actual aspecto barroco.
En ese año se le añadieron las capillas del lado de la epístola, con las que más tarde se formó una nave, que se completó con otra similar en el lado del evangelio.
El retablo mayor, barroco, procede de la iglesia cordobesa de San Basilio.
La portada de los pies, con arco apuntado en estilo Reyes Católicos, pertenece al siglo XVI, y a su izquierda se construyó la actual torre en el XVIII.