Lucena

Flota en un mar de olivares y renueva la fisonomía de sus calles céntricas sin mancillar su rico patrimonio artístico. Flota el casco urbano en un mar de olivares, mientras la madonna de Araceli vela por sus hijos desde el elevado balcón de su santuario. La segunda ciudad cordobesa después de la capital renueva la fisonomía arquitectónica de sus calles céntricas sin mancillar su rico patrimonio artístico, que siembra de rotundas cúpulas y altivas torres el perfil urbano. Mientras tanto, el simbólico velón alumbra el esfuerzo de esta urbe industriosa.

  • Villa situada al sur de la provincia, junto a las carreteras A-45 y A-318.
  • Distancia a Córdoba: 72 Km.
  • Altitud: 483 m.
  • Extensión: 348,8 Km2
  • Habitantes: 42.248.
  • Gentilicio: Lucentinos.
  • Mancomunidad: La Subbética Cordobesa.

No hay vestigios suficientes que permitan asegurar la existencia de una ciudad antigua en el emplazamiento actual de Lucena. La primera cita documental es de finales del siglo IX, a raíz de las incursiones realizadas por el rebelde Umar ben Hafsún a «los castillos de la cora de Cabra y al-Yussana, cuyos habitantes eran judíos». Perteneció a la cora de Cabra hasta el fin del Califato, en 1010, en que pasó a formar parte del reino zirí de Granada; a su caída en manos de los almorávides en 1090, los judíos lucentinos entregaron la ciudad a su caudillo, Yusuf ben Tashufin. Según el profesor R, Córdoba, Lucena alcanzó bajo el dominio almorávide prosperidad económica y esplendor cultural. Tras conquistarla en 1240, Fernando III la donó a la Catedral cordobesa, que evidenció incapacidad para defender la frontera, pues volvió a poder de los árabes en 1333. En 1371 Enrique II la entregó a Juan Martínez de Argote, de quien pasará a su hija, María Alfonso de Argote, que poco después traspasaría el señorío a su esposo, Martín Fernández de Córdoba; con él la ciudad queda vinculada a los señoríos de este apellido, rama Alcaide de los Donceles. En 1483, uno de los señores de este linaje, Diego III Fernández de Córdoba, derrotó y apresó a Boabdil rey de Granada en la batalla de Lucena; más tarde obtuvo el título de Marqués de Comares, concedido por Fernando el Católico. En 1618 Lucena alcanzó el título de ciudad. Durante la Edad Moderna Lucena estuvo sometida al dominio señorial de los marqueses de Comares, vinculados al Ducado de Medinaceli desde 1680. Las imposiciones y abusos señoriales desataron el malestar y la protesta de los lucentinos, que tras un largo pleito obtuvieron en 1767 la devolución de la ciudad a la corona.

Oficina de Turismo de Lucena

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  • turismo@aytolucena.es
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